Al margen del evento pastoral, todo el mundo — tanto creyentes, como ateos — sabe que la visita de Benedicto XVI a Valencia la primera semana de julio es un evento mediático de primer orden. El control mediático de este acontecimiento es un botín preciado para todos, motivo por el cual, el gobierno está presionando mucho para conseguir que televisión española sea quien retransmita la visita del Papa (ABC de hoy, edición de Valencia).
«La controversia resurgió durante una reunión de trabajo sobre los preparativos de la visita que se celebró a medio día de ayer en la sede de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana. (…) Fue en este encuentro cuando los representantes de Moncloa volvieron a pedir reiteradamente que la Fundación otorgara a TVE la señal institucional de la visita del Papa. Fuentes de la organización incidieron, como ya ocurrió hace semanas, que un convenio firmado entre la Fundación Organizadora del V EMF y Radiotelevisión Valenciana otorga esta señal al ente autonómico. Además, cuando para justificar sus pretensiones, desde el Gobierno se alegó que se trataba de una visita de Estado, les recordaron que en anteriores visitas de Juan Pablo II se concedió la señal institucional a televisiones autonómicas.»
Salva Digital 